miércoles, 23 de junio de 2010

Pancho investigador: Amatistas en el Catalán


Conocí a Pancho en el recreo de una Escuela, yo había llevado unos libros para mostrarles a los niños y como nadie se acercaba a la mesita, que había preparado con tanto esmero, tome uno de los Libros y me puse a leer. De repente aunque era invierno, hacía calor y el aire estaba un poco húmedo, estaba descubriendo otro mundo, todo se había esfumado: la escuela, las agujas en el reloj ansiando la llegada de los niños, el timbre del recreo, todo.

Estaba en Artigas descubriendo junto a Pancho un lugar completamente diferente, lleno de magia y de historia.

Pancho conoció a Nahuel por medio de Augusto, un amigo que tenían en común, una tarde de lluvia en la que Pancho le pidió la computadora a su mamá para chatear y se los encontró en la Web. Luego de varias charlas por chat y conversaciones telefónicas Pancho viajo para conocer a Nahuel y su familia que vivían en el Departamento de Artigas. Una vez allí, Pancho pasa a un lugar lleno de aventuras; mientras leía también sentía que estaba allí y quedé tan asombrada y atenta como Pancho cuando con Nahuel fueron a la casa del viejo Protestato para que les mostrara su preciado tesoro. Aprendí mucho sobre las piedras preciosas y sentí mucha curiosidad por conocer La Catalana, una mina en la que trabajaba el papá de Nahuel. Me asusté cuando Pancho pensó que estaba solo en el túnel de la mina rodeado de oscuridad y sin saber como llegar a la salida. Desarrollé mi espíritu detectivesco para asociar las pistas del emocionante misterio que Pancho y Nahuel tienen que descubrir.

También me emocioné cuando aparece la más Linda de todas las Lindas “en cámara lenta como si se bajara de una nube de algodón de azúcar, de esas rosadas.” Esa Morocha, con su pelo lacio largo era tan linda como para enamorarse.

Helen Velando Uruguaya nacida en Montevideo el 3 de Diciembre del 1961, cantante y escritora, guionista de humor y docente de teatro. En este libro con un lenguaje sumamente cotidiano nos presenta una aventura atrapante y divertida junto a Pancho y sus nuevos amigos, que se desarrolla en un mundo para descubrir, cargado de misterio y lugares hermosos para visitar con la imaginación. Realmente un libro de esos que no querés que se termine, con un personaje que te invita a buscar más aventuras, (“Me podrían llamar Pancho el aventurero”) y a querer leer más sobre él. Recomendado para todas las edades, luego de mucho tiempo sin leer títulos dentro de los clasificados como “infantiles”, sin duda es el mejor para retomar con la categoría.

(“Me podrían llamar Pancho el famoso”)

Valeria Schiappapietra

jueves, 10 de junio de 2010

La construcción de la noche- Domínguez, Carlos María


En un estilo ameno, Carlos Mª Domínguez, nos acerca a uno de los más grandes escritores que ha dado este paisito. “La construcción de la noche” es un rompecabezas que se va armando con la vida de un hombre amante de la noche y la oscuridad que se reflejaba a sí mismo en su obra. Este libro nos muestra a un Onetti de carne y hueso, con sus luces y sus sombras, devorador incansable de novelas policiales, alcohol, tabaco y mujeres. Conviven el Onetti escritor y el Onetti creado por Domínguez desde la subjetividad que implica escribir la biografía de un personaje tan insondable como lo fue J. C. Onetti, que se proyectaba en los personajes que poblaban su universo literario, como Larsen, Petrus, Brausen, Díaz Grey… (para mí fue un placer reencontrarlos).
Pero, también, recorren sus páginas “El Tola” Invernizzi, Idea Vilariño, Mª Esther Gighio, J. L. Borges, Juan Rulfo, Mario Vargas Llosa, etc.
Y aquí quiero detenerme en el interrogatorio que le realizaron por publicar “El guardaespaldas” de Nelson María en el semanario Marcha*.
Comisario- ¿A qué partido pertenece?
Onetti- No estoy afiliado a ningún partido.
C- Pero, ¿cómo? Al menos tendrá simpatías.
O- Yo no tengo simpatías.
C- A ver… ¿Usted a quién hubiera votado?
O- Yo no hubiera votado por nadie.
C- ¿Pero, usted no cree en ningún partido político?
O- En ninguno.
C- Pero, entonces… ¿en qué cree?
O- Yo no creo en nada (respondió indiferente, para que el otro comprendiera su sinceridad)
C- Entonces, yo pongo “anarquista”.
O- Sí, ponga “anarquista”.
Ésa misma indiferencia que muestra Onetti en el interrogatorio es la que traslada a sus personajes. Los meses en que estuvo recluido hicieron mucha mella en un hombre que nació para ser libre, que no se ató por los convencionalismos de su época. Así, una vez recuperada su libertad, se marchó al destierro en España para no volver jamás, pese a los intentos de Julio Mª Sanguinetti y Tabaré Vázquez.
En resumen, es un libro recomendable tanto para que quienes ya conocen la obra de Onetti la entiendan más profundamente, como para quienes por prejuicio no se han animado a adentrarse en el mundo sórdido que éste nos muestra a través de sus cuentos y novelas.
Y para despedirme les dejo una frase magistral de Juan Carlos Onettí, que la podemos encontrar en la página 7 de ésta obra: “Sí, fue una infancia feliz. Pero, tal vez, como en ningún otro período de la vida, tan profundo, personal, tan íntimo, tan cuantioso en el recuerdo es éste… Decir infancia implica sin remedio un fracaso equivalente a contar los sueños”.

Willy Von Nostrum

* Publicado original junto con el libro “Estás aquí para creerme” de Mª Esther Gighio. Libro que complementa a la obra a que hacemos referencia en ésta nota.