Una grieta en la luz
una voz de arena
algo que estremece como un trueno y convoca
la humedad
un sudor a tristeza
y las uñas del dolor rasgando entrañas
Así te encontré gemido de ángel
frente a un espejo sin luz
bajo un cielo amordazado y plomizo
batiendo tu mano ciega reclamando un hombro
un bastón
un lazarillo
que ayude a vivir y no sólo a durar
¿Quién llenó tus pulmones de polvo?
Llego como un peregrino y me miro en tu luz
traigo fuegos y horizontes
vengo convidado muletas...
Marcelo Rodríguez
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