
La raíz del conflicto es
una inesperada visita al despacho del ingeniero Enrique Cárdenas, dueño de
una de las mayores empresas de explotación minera.
“- Me presento –dijo por
fin el personajillo-. Rolando Garro, periodista de toda la vida. Dirijo el
semanario Destapes.” Una revista con
un “relativo éxito de ventas, que casi no tenía publicidad, de modo que Garro
completaba sus ingresos personales extorsionando a vedettes y productores con
amenazas de denunciar sus pecadillos secretos, y a veces, recibiendo dinero de
gentes que querían hacer daños a otras personas desprestigiándolas y
ridiculizándolas.” Aunque el perfil de Destapes
es la chismografía de la farándula y el espectáculo, su director no desaprovecha las oportunidades de generar ingresos en otros rubros. Por eso le llevó al
ingeniero unas comprometedoras fotos de una lujuriosa fiesta que tuvo lugar dos
años antes en Chosica, una apartada localidad de las afueras de Lima. Un
acontecimiento que, después de un frustrado intento de chantaje, desata una
agitación mediática cuyas consecuencias son imprevisibles. Vargas Llosa
dosifica muy bien los conflictos y secretos que conviven en el desarrollo de la
historia. Hace una descripción acertada de las angustias que viven los personajes
afectados por una prensa que suprime su capacidad de empatía en la falsa
creencia de que el fin justifica los medios. Sin embargo, la historia gira y nos muestra que el periodismo ejercido con ética y ecuanimidad es
una herramienta de control y garantía cuando se viven momentos de
avasallamiento social. Aunque sobre final del libro se desdibujan un poco los
perfiles emocionales de los involucrados en relación con las experiencias
vividas hasta ese momento, es una novela sumamente recomendable por la
elegancia de su prosa y porque la narración nos atrapa desde la primera
página.
Título: Cinco esquinas
Autor: Mario Vargas Llosa
Editorial: Alfaguara
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